Cuando un deportista deja su hogar para recalar en el extranjero con el objetivo de luchar por sus metas, enfrentarse a algo desconocido y salir de su zona de confort, va a generar una gran cantidad de emociones y sentimientos, los cuales, si no son controlados y focalizados, pueden dificultar nuestra adaptación. Si se trata de la primera vez que salimos fuera de nuestro país habitual de residencia, el reto puede llegar a ser más costoso. A través de este artículo, pretendo plasmar mi experiencia y mis conocimientos en psicología de las dificultades que nos encontraremos en nuestra llegada a países extranjeros, ya seas deportista o entrenador.
Es difícil estipular un tiempo medio para una buena adaptación. Influyen muchos factores, ya sea el idioma, cultura, climatología, condiciones personales y profesionales, etc. Cada caso es diferente, pero la meta sí que es bastante homogénea. Te puedes sentir más o menos cómodo con tu situación, pero podremos considerar que hemos superado una primera fase de adaptación cuando tu rendimiento deportivo no se vea mermado por el entorno. Considero qué en países asiáticos, menos de tres meses es bastante improbable, y más de un año puede ser algo excesivo. En cuanto a países con culturas parecidas o mismo idioma, este proceso puede acortarse. A partir de este momento, sentirte más o menos integrado a las condiciones del país dependerán de tu afán de superación, lo cual repercutirá de forma directa en tus objetivos.
Lo primero que deberíamos tener presente, en el momento de empezar una nueva aventura, es mentalizarnos en tener una mente abierta. Parece algo obvio, pero hay que entender que las personas de otras culturas ven las cosas desde su prisma, y en muchos casos no les gusta que venga un extraño a enseñarles cómo deben actuar. Idioma, costumbres o leyes no escritas, son importantes detalles a considerar si queremos formar parte de este nuevo mundo. Parece fácil, pero resulta bastante costoso aprender a vivir siguiendo normas culturales distintas. No trates de imponerte, trata de ser uno más. Una vez consigas sentirte cómodo en tu nuevo hogar, tendrás tu mente despejada para poder centrarte en tus metas. “Open mind” y empápate de nuevos hábitos, imita sus gestos, presta atención a tu alrededor, y a poder ser aprende algunas palabras básicas en los primeros días que estés allí. Pero, sobre todo, no choques con ellos.
A su vez, depende al deporte que te dediques, la adaptación seguirá unos pasos y ritmo diferente. Para deportes colectivos, siendo jugador, no pierdas tu esencia, pero trata de ser un jugador más, ¿Cómo? Fíjate en sus rutinas, pregunta todo lo que puedas, intenta localizar los líderes del grupo y sigue sus pasos (no necesariamente tienen que ser los capitanes), e involúcrate en todo aquello que puedas con los compañeros. Una vez conseguida la aceptación colectiva, todo te resultará más fácil. No olvides que se necesita tiempo para conseguir tu mejor versión. Aunque te parezca que vas controlando la situación, debes ir rompiendo barreras mentales que tú celebro tiene de forma inconsciente. Trata de buscar una evolución positiva, y no pretendas llegar a la cima de golpe. La suma de pequeños detalles te va a ayudar a tener unos cimientos fuertes. Hazte un dibujo mental (flexible), de los pasos que quieres ir siguiendo, ya sea en entrenamientos, partidos, como en tu vida fuera del deporte. Por encima de todo, trata de APRENDER. Por muy buen jugador y experimentado que seas, absorbe todo lo que puedas. Salir de tu zona de confort es un RETO del cual puedes salir reforzado, siempre y cuando tengas una actitud enfocada al aprendizaje. Si consigues adaptarte con éxito habrás conseguido crecer cómo deportista y cómo persona.
Pasos a seguir como jugador en deporte colectivo:
Si tus andaduras no son como jugador, sino como entrenador, las cosas son bastante diferentes, pero siguen un patrón algo parecido. Lo primero que tienes que tener claro es que no vas a poder implantar tu metodología 100% como tú siempre has desarrollado. Habrá una adaptación de tu estilo junto con los matices de ese país. Para realizar cualquier cambio sustancial en cuanto al estilo de juego o formas de trabajar, deberás empezar por reconocer que hacen ellos y NO HACER NADA hasta que tengas bien diseñado una hoja de ruta. Es muy importante no volverse loco, en cuanto a querer imponer nuevas tareas y/o hábitos. Lo único que se puede conseguir es que topes con una barrera psicológica y tu aceptación en el grupo sea costosa. El papel del staff y el club es muy importante para adquirir toda la información posible. Una vez hayas analizado rutinas, estilo de juego, los jugadores y líderes, encuentra tu mejor versión para comunicar. A no ser que domines el lenguaje del país, es probable que trabajes con intérpretes. La coordinación con estos debe ser buena. Procura tener un buen traductor, que no solo se limite a traducir, sino a TRANSMITIR. Es en este momento donde vas a poder empezar a dar pinceladas de tu estilo. Haz hincapié en aspectos que domines más, para así mostrar más seguridad y control. Muchas veces el tiempo irá en tu contra, en estos casos, lo más importante es que consigas meterte dentro del grupo y fijar pilares claros y accesibles a corto plazo.
Pasos a seguir como entrenador:
En cuanto a deportes individuales, la adaptación a un grupo de gente es más reducida. Es muy importante la convivencia con tus preparadores, y no debes olvidar que ellos son tu equipo, ya sea una persona o más. En estos casos, la adaptación a tu nuevo lugar y a las diferentes rutinas deberá ser tu objetivo primario. Irás viendo que a medida que te vayas sintiendo cómodo, no percibirás dificultades añadidas en tu desempeño. Eso si, igual que comentaba con anterioridad, no trates de pasar de 0 a 100 en pocos días, ya que hay aspectos inconscientes que precisan de tiempo para una buena adaptación, y lo único que puedes conseguir es FRUSTRACIÓN.
Te puede parecer raro o enrevesado, pero es importante que recuerdes, qué, aunque trates de ser “uno más” (aparentemente), no debes olvidar que realmente no eres uno más. El simple hecho de ser extranjero, para el club o entidad deportiva que te haya contratado, es un esfuerzo añadido para ellos, eso repercutirá en dos cosas que debes tener en cuenta:
- Todo lo que hagas bien resaltará con más fuerza.
- En el momento que no salgan bien las cosas, vas a ser señalado con bastante dureza. Serán más rigurosos contigo que con otros compañeros nativos.
Estos dos puntos no deben generarte miedo ni desconfianza. Son aspectos que si desde un inicio los tienes claros, te van a ayudar a llevar mejor las diferentes situaciones. A lo largo de tu estancia en un país extranjero, te van a pasar cosas buenas, muy buenas, regulares y malas, incluso muy malas. Partiendo de esta base, cuanta más información tengas, más herramientas podrás usar para reajustarte psicológicamente. Una de las mayores satisfacciones que un deportista profesional puede tener, es superar problemas y retos que van apareciendo. Sin darte cuenta habrás interiorizado una gran dosis de RESILENCIA, la cual es muy necesaria en nuestra existencia futura.
En cuanto al primer epígrafe comentado, por muy reforzado que salgas cuando las cosas salgan bien, es importante no olvidar donde estás y no dejar de esforzarte, no dejes de querer evolucionar y crecer, ya que la balanza se puede declinar en el sentido opuesto con bastante rapidez. Mantener una adecuada concentración y motivación será determinante. Disfruta de esos destellos de felicidad, pero nunca pierdas de vista la realidad. Mantener los pies en el suelo y ser sensato te ayudara a ser ecuánime de la realidad.
En cuanto a las dificultades, debes tener muy presente que todo se magnificará por varios motivos. El más importante viene en consecuencia del papel que tendrás como extranjero, ya que se espera mucho más de ti que cualquiera de tus compañeros. A demás, la distancia con tus seres queridos va a coger peso en esos momentos complicados. Tu fortaleza mental se verá expuesta frente a esas dificultades. Es entonces, cuando más debes ser capaz de racionalizar, no perder de vista tus objetivos y confiar en ti. A veces podemos caer en el error de darle mucha importancia a opiniones de terceros que no tienen ningún peso en nosotros. Escuchar a nuestros entrenadores o personas que se preocupan por nosotros y tratar de mejorar con críticas constructivas, es vital para corregir los posibles errores que hayas cometido. Observa y analiza el error, visualízate haciendo esa misma acción de forma óptima y sigue avanzando sin perder el foco de tus metas. Tener una mentalidad positiva y flexible te ayudará a encontrar soluciones. Por muy negro que se ponga nuestro camino, si consigues resistir un poco más de tu límite, con esfuerzo y sin dejar de insistir, ten la certeza de que vas a encontrar una ventana por la que salir o un flotador al que agarrarte. Personalmente, puedo dar fe de ello, ya que me he encontrado en situaciones límite en más de una ocasión, y al final siempre se sale a flote. No considero que sea una persona con suerte, simplemente una persona muy resistente y bastante “tozudo”.
En definitiva, si tienes la oportunidad de vivir una experiencia en el extranjero y es algo que quieres experimentar, considérate un afortunad@. Los miedos y dudas son muy humanos, no te avergüences de ellos. Es más, sería significativo que no sintieras nada al dar este paso. Considera tu adaptación como un proceso necesario. En muchos casos representará un gran reto para ti, pero una vez te sientas acorde con tu nuevo hogar, entorno y rutina podrás centrar toda tu energía en evolucionar deportivamente y alcanzar grandes retos.
